sábado, 31 de agosto de 2013

Ejemplar pretensión del Consejo Paraguayo de la Danza

Personas que integran el conocido colectivo Consejo Paraguayo de la Danza CPD, quieren convertir a su institución en un ente de acreditación de academias, ante la sociedad civil. ¡Y es legítimo! ¿Quién no se siente orgullos/a de contar con el reconocimiento de su gremio? Así, se generan respaldo mutuo y sinergia.

Los gremios deben unirse y organizarse en torno a los intereses compartidos. En el caso del CPD, identificado con el esplendor de los 60s y 70s, el interés pasa por defender su conquista, la vigencia del Programa de Estudios de 1978 para formar Profesore/as de Danza en rigurosos 14 años de estudio.  En el concepto del CPD,  conservar el Programa es importante para jerarquizar la profesión.

La actitud del CPD es digna de todo encomio y debe ser imitada por otros colectivos de la sociedad civil con ideales diferentes, pero igualmente valiosos. Así, por ejemplo, hay nuevos maestro/as que apuntan a instaurar un sistema jerarquizado de formación de intérpretes de Danza (Bailarine/as) en 9 años de estudio, como en los demás países de la región. 

Adhesión voluntaria

Personalmente, creo estar muy consustanciado con la problemática de la danza y entender las legítimas pretensiones del gremio, por varias razones: 1) la danza es parte fundamental de mi formación de profesional de la ópera, el arte completo y universal por excelencia, que involucra a todas las artes (danza, música, teatro, plástica, artes audiovisuales, comunicación social); 2) la danza es el arte más exigente y que mayor compromiso requiere del artista que la cultiva; 3) como ingeniero civil que soy, he integrado Consejos profesionales de diversas jurisdicciones.

Un dato interesante para tener en cuenta, es que los Consejos profesionales más exitosos son aquellos de afiliación voluntaria. Paradójicamente, estos Consejos cuentan con mayor adhesión (98 % de los profesionales asociados), que los Consejos de afiliación obligatoria, que logran no más de un 70 % de adhesión en la práctica. Una normativa no cambia conductas. Lo que cambia conductas, es la actitud respetuosa y el prestigio de quienes proponen las reglas.  

Estado facilitador

Los autores del Proyecto Dirección General de Educación Artística, siempre hemos sostenido que las academias tienen que asumir una conducta adulta y autónoma, y dejar de esperar que el Estado vigile cada uno de sus exámenes, de modo paternalista y policíaco.

El Estado, por su parte, debe empezar a colaborar como facilitador. Debe impulsar un sistema de aseguramiento de la calidad del proceso de enseñanza – aprendizaje, en lugar de preocuparse por que se cumplan las formalidades y se exhiba resultados de dudosa validez, cuando no se ha cuidado el proceso. El estudio debe servirles a lo/as alumnos para cambiar conductas y no para aprobar exámenes.

2 comentarios:

  1. http://www.diariojujuy.com/contenidos/index.php?option=com_content&view=article&id=23084:2013-09-07-00-22-38&catid=22:mas-noticias

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  2. http://elpinguino.com/noticias/146953/Positiva-evaluacin-de-seminario-artes-ganan-espacio-en-la-educacin

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