Mientras exista UniNorte, será
imposible perder la capacidad de asombro! El Paraguay les debe un monumento a
UniNorte y Juan Manuel Marcos, por el extraordinario Falstaff de la reciente temporada (23 al 15 de agosto), y sobre
todo por haber introducido la ópera profesional al país. UniNorte vino a
excitar el ambiente con sus bellas quijotadas, y gracias a ello, hoy existen
otras iniciativas de arte lírico. Pero jamás UniNorte perderá ni su condición
de pionera, ni su liderazgo.
La herencia de la Commedia dell'Arte, finamente
explotada por el humor británico de Shakespeare, condimentado con la gracia
italiana de Verdi, hacen de Falstaff un potente explosivo. Pero sólo
con una representación de primera puede apreciarse su alcance en toda su
magnitud. La de UniNorte sigue siendo la única compañía universal de ópera en
la región capaz de lograr el efecto.
Falstaff representa la aspiración de todo varón
en algún momento de su vida, la plenitud del disfrute, sin antecedentes ni
consecuencias. En la madurez de su vida, Verdi descubrió la apetencia de
sibarita desprejuiciado que alojamos en el inconsciente, y se enamoró de la
historia. No en vano prefirió llamarla Falstaff, y no Las
alegres comadres de Windsor, como la concibió el genio de Shakespeare, que
jamás imaginó que otro genio convertiría su obra maestra, en otra obra maestra.
Los intérpretes
Hemos apreciado un Juan Ángel Monzón
increíblemente crecido como comediante. Nicolás Román, totalmente consolidado y
serio, arrancó carcajadas sin apelar al recurso fácil de la propia risa.
Absolutamente solventes, como siempre,
se lucieron en los roles femeninos, especialmente Lorena Gómez, Sara Benítez,
Ytororó Coronel, y también Beatriz Gómez, que experimentó un desarrollo muy
auspicioso desde sus incipientes incursiones como solista en la primera
producción de Carmen que presentara UniNorte en 2003.
Héctor Candia, ¡brillante! Víctor
Torrres, Mustafá Dujak y Ángel Leguizamón, estuvieron a la altura de las
exigencias de la obra para los papeles de coprimarios,
Capítulo aparte
La Orquesta merece un capítulo aparte.
Tras alcanzar la excelencia, demostró que superarse a sí misma, es posible.
Indudablemente, el joven Director Enrique Álvarez cuenta con carisma y
rigurosidad. Y sólo él puede sacarle el jugo como lo está haciendo.
La intervención del ballet de Yllasmín
González y Manuel Pérez, fue mínima en cantidad, y máxima en calidad. Sorteó el
gran desafío de lograr un desnudo sin provocaciones, altamente artístico, exquisito.
Otro gran acierto de UniNorte, fue la
inclusión de los directores escénicos más reconocidos de la región, los
argentinos Alejandro Atías y Educardo Casullo, sin cuyo concurso los especiales
códigos de un humor sui
generis no habrían sido comprendidos
ni disfrutados. De hecho, Casullo ya había trabajado para varias temporadas de
UniNorte. Su inmediatamente anterior intervención fue la magnífica puesta de El
barbero de Sevilla, en la primera temporada de ópera de UniNorte de este
año.
Magistrales, el vestuario de Marta
Satrtorio y la escenografía de Tessy Vasconsellos, cumplieron sobradamente el
cometido de transportarnos a la Inglaterra del siglo XV, durante el reinado de
Enrique IV. En Paraguay, estas profesionales son las únicas formadas con el
estudio y la experiencia, en el difícil arte de la ópera para sus respectivas
especialidades. No es novedad el poder de convicción de las producciones de
UniNorte.
No en vano la Ópera de San Juan
(Argentina), se interesó en emplear los vestuarios de UniNorte para su
representación de Sansón y Dalila,
del próximo 14 de septiembre, que reunirá talentos de la talla de la mejor
mezzo argentina, Alejandra Malvino (Dalilah), el orgullo argentino Gustavo
López Manzitti (Samson), el Premio Clarín 2011 Alejandro Meerapfel (Sumo
Sacerdote), y el servidor compatriota que firma estas líneas (en el papel de
Abimelech), que hizo su historia en la lírica como solista de la Ópera de UniNorte.
Desafortunadamente, no se logró concretar el acuerdo
entre las Óperas de San Juan y UniNorte, para la coproducción
argentino-paraguaya de Sansón y Dalila,
y los vestuarios a utilizarse son otros. Pero ello no incidirá en las ganas del
público de seguir disfrutando de las inmortales producciones de UniNorte.
