domingo, 8 de abril de 2018

4 AÑOS ATRÁS VATICINAMOS LA ESTAFA DE LA LEY A LOS ARTISTAS


No hay mal que por bien no venga.

La estafa a los artistas de la Ley del Artista , sale a luz cuando estamos a punto de renovar autoridades políticas.

Y entre los candidatos están los estafadores. Presten atención.
Cuatro años atrás, muchos artistas y servidores públicos honestos, ya habíamos vaticinado:

LA ESTAFA

Jamás se necesitó Ley del Artista, desde que la legislación permite contar con cobertura previsional a todos los trabajadores independientes, hagan lo que hagan.

Y los artistas estamos comprendidos entre los beneficiarios de esa ley, porque también somos trabajadores.

Valemos y  NO necesitamos ley alguna que nos defina expresamente como trabajadores.
Dejen de tomarnos a los artistas por idiotas.

Desafortunadamente, muchos colegas fueron sorprendidos en su buena fe.
Se dejaron llevar por los cantos de sirena de los manipuladores del gremio, en connivencia con políticos populistas, ladrones de la dignidad.

Y así crearon la Ley del Artista, con el paradójico aplauso de los genios a los burros.

COMISIÓN FILTRO

Para colmo de humillación crearon una Comisión certificadora de artistas gua’u.
Su única misión era abrir las puertas a los “amigos y correligionarios”, y cerrárselas a los cuestionadores.

Nadie tiene por qué juzgar si somos o no artistas, porque nadie nos regala nada.
Se nos prestaría el servicio con el dinero de nuestros propios aportes.

Y todo trabajador debe (debería) declarar bajo juramento en qué trabaja.
Mentir en una declaración jurada, se castiga con sanción penal.  

TRIUNFO DE DELINCUENTES A COSTILLA DE LOS ARTISTAS
Pedro Halley Merlo (IPS)

Ya lo dijo el funcionario de IPS, Pedro Halley Merlo, abogado e hijo del gran Gerardo Halley Mora: 

Si la “Ley” mal hecha fija un aporte porcentual más bajo que el establecido para los demás trabajadores, es imposible cubrir los costos de salud del gremio.

Los manipuladores nos vendieron el cuento de que nos beneficiarían discriminándonos de los demás trabajadores independientes, permitiéndonos aportar menos que ellos, y recibir el mismo servicio que ellos.

¿En qué cabeza cabe? Lo único que se ha logrado es convertirnos en los parias de los trabajadores independientes.

Una vez más, los artistas hemos sido postergados, maltratados y, lo que es peor, utilizados por los delincuentes para conseguir votos.   

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