Que su heroico ejemplo sirva para que los
egoístas poderosos se vuelvan solidarios, y se reduzca la desigualdad, que propicia el crimen disfrazado de reivindicación social.
Muchos oportunistas habrán abrazado la causa de
su liberación, para ganar notoriedad y nada más. No importa, porque eso también
contribuyó con su liberación.
Y logrado lo urgente, tenemos que trabajar por lo importante: la reducción de
la pobreza. ¡Manos a la obra!
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